YOUNG GUYS
Esta es una de esas mañanas en las que la luz te hace sentir como si estuvieras en una ensoñación,te sientes pesado y anclado a la tierra. Estás despierto.
Quizás el dormir en el sofá durante algunos días te hace recavar las energías transeúntes de quienes posan su trasero en él ,no se.
La cuestión es que no hay cuestión. Podría definirlo como esos días que sufren mis compañeras las mujeres,esos días del mes. Desubicación es la palabra.
Acaba de pasar el evento sevillano por excelencia,la feria. Un periodo en el que todas las clases sociales de la ciudad,alrededores y más allá se reúnen en el albero para alegrear.
La verdad es que nunca halle el amor hacia ella. Está comprobado que una concentración de personas mas algo de alcohol se convierte en un cóctel molotov donde el hombre vuelve a las cavernas por unos instantes y pasamos de la sociedad legal a la sociedad de la fuerza,donde la ley del más fuerte es la única ley.
Huesos enfrentados por la menor chispa que salte,por un suspiro en el lugar equivocado.Y es que nada hace más feliz a un hombre que el volver a sus orígenes y quitarse la ropa que la evolución les ha dado.
Dejando a un lado las disputas físicas que he tenido que presenciar,aguantar y tragarme,otros dos aspectos me llaman la atención:
El primero es la cultura. Cuan arraigada la cultura sevillana es. La mayoría nos subimos al tranvía sin pagar por ahorrarnos un euro y sin embargo a la feria vamos lo más engalanados posible.El gran,famoso,dicharachero postureo sevillano. Un alma particular,la de aparentar. Y es que ya no se conforma el sevillano de a pie con lucir su mejor camisa de rayas o sus vanagloriadas banderas españolas,sino que ahora no verás a un rostro pálido en todo el recinto ferial,salvo el mío. Desde luego en una ciudad donde la apariencia y la imagen lo es todo,la mano de midas está en los gimnasios y en los centros de bronceado.
El segundo aspecto ,el cine hecho carne. Toda la farándula concentrada en el espacio de "ambiente" al más puro estilo Almodóvar. Seres mitológicos donde los haya,con todo mi respeto a los unicornios y dragones. Desde travestis mal formados hasta la corte de una Real boda gitana. Un vez estuve allí,en aquella nebulosa flamenca,pensé que todo era una puta mierda mal cagada,al segundo reaccioné y me adapté.Me solté la camisa y comprendí que todo en la vida es cuestión de adaptarse,de abrir la mente. A priori ,jamás hubiera entrado si me lo hubiesen advertido,pero pasé uno de los mejores momentos de la feria,junto a gente desconocida y que no volveré a ver,pero que por unos momentos eramos todos shurmanos.
Para poner punto y final a este post os comentaría la fatiga que siento hacia la vida en estos momentos,pero mejor quedarme con que os estoy escribiendo esto,sigo vivo,coleando poco,pero vivo.
Deseando viajar, C by C
Quizás el dormir en el sofá durante algunos días te hace recavar las energías transeúntes de quienes posan su trasero en él ,no se.
La cuestión es que no hay cuestión. Podría definirlo como esos días que sufren mis compañeras las mujeres,esos días del mes. Desubicación es la palabra.
Acaba de pasar el evento sevillano por excelencia,la feria. Un periodo en el que todas las clases sociales de la ciudad,alrededores y más allá se reúnen en el albero para alegrear.
La verdad es que nunca halle el amor hacia ella. Está comprobado que una concentración de personas mas algo de alcohol se convierte en un cóctel molotov donde el hombre vuelve a las cavernas por unos instantes y pasamos de la sociedad legal a la sociedad de la fuerza,donde la ley del más fuerte es la única ley.
Huesos enfrentados por la menor chispa que salte,por un suspiro en el lugar equivocado.Y es que nada hace más feliz a un hombre que el volver a sus orígenes y quitarse la ropa que la evolución les ha dado.
Dejando a un lado las disputas físicas que he tenido que presenciar,aguantar y tragarme,otros dos aspectos me llaman la atención:
El primero es la cultura. Cuan arraigada la cultura sevillana es. La mayoría nos subimos al tranvía sin pagar por ahorrarnos un euro y sin embargo a la feria vamos lo más engalanados posible.El gran,famoso,dicharachero postureo sevillano. Un alma particular,la de aparentar. Y es que ya no se conforma el sevillano de a pie con lucir su mejor camisa de rayas o sus vanagloriadas banderas españolas,sino que ahora no verás a un rostro pálido en todo el recinto ferial,salvo el mío. Desde luego en una ciudad donde la apariencia y la imagen lo es todo,la mano de midas está en los gimnasios y en los centros de bronceado.
El segundo aspecto ,el cine hecho carne. Toda la farándula concentrada en el espacio de "ambiente" al más puro estilo Almodóvar. Seres mitológicos donde los haya,con todo mi respeto a los unicornios y dragones. Desde travestis mal formados hasta la corte de una Real boda gitana. Un vez estuve allí,en aquella nebulosa flamenca,pensé que todo era una puta mierda mal cagada,al segundo reaccioné y me adapté.Me solté la camisa y comprendí que todo en la vida es cuestión de adaptarse,de abrir la mente. A priori ,jamás hubiera entrado si me lo hubiesen advertido,pero pasé uno de los mejores momentos de la feria,junto a gente desconocida y que no volveré a ver,pero que por unos momentos eramos todos shurmanos.
Para poner punto y final a este post os comentaría la fatiga que siento hacia la vida en estos momentos,pero mejor quedarme con que os estoy escribiendo esto,sigo vivo,coleando poco,pero vivo.
Deseando viajar, C by C
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